Se suponía que era una fiesta de despedida. Con solo nosotros dos.
Jameson se iba al otro lado del mundo durante el próximo año para ayudar a los menos afortunados. Yo me quedaba en casa, sabiendo que cuando volviera, finalmente sería honesta con él sobre mis sentimientos.
Que estaba enamorada de él.
Pero se suponía que la noche no iba a ser como había sido. Emborrachándome.
Desnudándome.
Durmiendo con mi mejor amigo.
No podía creer que hubiéramos cruzado esas líneas hasta que se desdibujaron y casi desaparecieron. Pero no podía mentir y decir que no había sido todo lo que había soñado.
Y ahora Jameson se había ido para el año siguiente, y yo me quedaba aquí preocupada por cuál sería el siguiente paso para nosotros.
Porque descubrí que estaba embarazada de mi mejor amigo y él no sabía nada.
Nota para el lector: Este relato se publicó anteriormente con el mismo título en la antología benéfica “Knocked Up”.
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